Chico: “¿Quiere esta?”
(Agarra una de mis bolsas de tela, pero veo que tiene un agujero).
Yo: “No, mejor otra. Gracias.”
Mujer de detrás: “¡Dios! ¡Daos prisa!”
Yo: “Acabo de pagar, no ha hecho nada mal”.
Mujer de detrás: “Oh, ¿así que tú también eres lenta como él? Dios, toda la gente especial como vosotros deberíais dejar de molestar a la gente normal”.
Chico: *con aire ofendido* “Señora, ella no es “no lista”, Ella va a la Universidad. *Señala al logo de la Universidad de mi suéter*.”Ella es realmente lista”.
Yo: “Y es el chico que mejor empaca aquí. Es muy cuidadoso, señora, lo que es muy importante cuando compras comida”.
(El chico ha terminado de empacar mis bolsas. Como sabe que vuelvo a la residencia, me las da y me ayuda a colocarlas en el hombro)
Mujer de detrás: “Bueno, no te ayudará también ahora a llevarlas al auto, ¿no? Vaya delincuente. ¡Quiero ver al encargado!”
Yo: “Me voy, señora. ¿Quiere llamar al encargado por algo que le he pedido hacer miles de veces?
Chico: *a mí* “¡Que tenga un buen día!”
Mujer de detrás: ¡Mongolo!
(El cajero, que no ha dicho una palabra mientras esto ocurría, mira a la mujer con calma)
Cajero: “No vamos a servirle por discriminación hacia un empleado valioso y un cliente habitual. Puede dejar su compra aquí, ya la devolveremos a las estanterías más tarde. Por favor, váyase”.
(En lugar de ello, la mujer empieza a montar una escena, rompe una estantería y ha de ser sujetada, mientras el chico nos lleva a mí y otro cliente tras la caja para protegernos. Al final tenemos que esperar a que venga la policía).
Chico: “La semana que viene… ¿viene otra vez?” *Parece preocupado*
Yo: “Por supuesto”.
(Su sonrisa me hizo feliz durante el resto del día).